A estas alturas no es ningún secreto señalar que Quentin Tarantino nunca asistió a una escuela de cine; el director estadounidense aprendió gran parte de la historia del cine desde pequeño, asistiendo a las salas cinematográficas y trabajando en el videoclub Video Archives, ubicado en Manhattan Beach, donde acostumbraba a discutir los filmes con su compañero, Roger Avary, y con los clientes. El amor de Tarantino por el cine –él mismo se ha nombrado un “intenso cinéfilo”– se expresa claramente en sus filmes llenos de referencias visuales. Además de mostrar a sus personajes discutiendo sobre cultura popular y cine, los filmes de Tarantino están repletos de homenajes a otros directores y películas que lo han intrigado y entusiasmado a lo largo de su vida.
Muchos cineastas han empleado esta estrategia, pero Tarantino lleva las cosas un paso más allá mediante la réplica casi exacta, aunque muchas veces en un entorno distinto al de la fuente original. Esta pequeña ruptura le permite doblar los límites del género y romper el molde de lo que esperamos. Mientras que, a menudo, sus métodos son criticados y se le acusa de estafar y plagiar a otros cineastas, parece que Tarantino simplemente está interesado en dedicarle cartas de amor a sus películas favoritas.
Editado por Jacob T. Swinney, el siguiente video muestra, mediante el uso de la pantalla dividida, las referencias visuales a las que Tarantino ha recurrido a lo largo de su trayectoria:
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Press Play