A principios de la década de 1960, Anna Karina interpretó a la musa de uno de los directores más emblemáticos de la Nueva Ola francesa: Jean-Luc Godard. A pesar de los altibajos de su relación personal, lograron encontrar un terreno común a nivel profesional, lo que resultó en numerosos clásicos llenos de momentos inolvidables. En películas como Le Petit Soldat, Vivre Sa Vie y Bande à part, Karina interpretó personajes vulnerables con un control emocional sobre los hombres, un reflejo de cómo la vida y el cine aparentemente se convirtieron en uno. En colaboraciones posteriores con Godard, como Pierrot le Fou y Alphaville, los personajes de Karina son más enigmáticos, lo que muestra no solo la cambiante perspectiva del director, sino también el crecimiento de Karina como intérprete y el dominio de su oficio. Este videoensayo realizado por Q.V. Hough, para Fandor, se centra en el movimiento y el terreno común, el flujo y reflujo de una carrera que ayudó a cambiar el cine para siempre.
Trad. EnFilme
Fuente: Fandor