Con cuatro largometrajes realizados en los últimos siete años, el guionista y director Alex Ross Perry se perfila como una de las voces más distintivas del cine de autor estadounidense contemporáneo. Desde su debut Impolex (2009) a la aclamada Queen of Earth (2015), las películas de Perry son fascinantes exhibiciones de la disfunción que se produce tanto dentro como entre las personas. Impolex se centra en la odisea que emprende un soldado por los bosques en busca de un cohete perdido, pero en su trayecto se encuentra con una serie de apariciones espectrales de científicos y un pulpo que le habla. Debajo de esa capa de psicodelia inspirada en la obra literaria de Thomas Pynchon, existe una auténtica sensación de extravío que afecta a su protagonista, a pesar de sus mejores esfuerzos para adherirse a su misión.
Ese extravío existencial, una alienación de un mundo que no ofrece ninguna orientación clara o apoyo sincero, ha demostrado ser una constante en la filmografía del autor, que conecta Impolex con la comedia sobre dos hermanos en contra del mundo en The Color Wheel (2011), pasando por la farsa literaria ácidamente divertida titulada Listen Up Philip (2014) hasta llegar a su película de suspenso psicológico Queen of Earth, un relato sobre las amistades perdidas, las rupturas y los intentos por volver a conectarse con los seres queridos. El de Alex Ross Perry es un mundo donde las relaciones no son estables y están constantemente amenazadas por el propio interés, así como el autosabotaje. Que se las arregla para hacer que dicho material aprensión la fuente tanto de la comedia y el terror da fe de la gama de talentos de Perry. Sus dos próximo proyectos –el drama coral sobre el enfrentamiento de dos familias en Golden Exits (2017), y la escritura del guión de la próxima película de Winnie the Pooh– sugieren que su rango se extenderá aún más.
LFG (@luisfer_crimi)
Fuente: Fandor Keyframe