De todas las nuevas olas cinematográficas que estallaron en el mundo en la década de 1960, la de Checoslovaquia fue una de las más fructíferas, fascinantes y radicales. Con un sentido del humor perverso y una sana veta de surrealismo, un grupo de directores intrépidos - entre ellos Miloš Forman, Vera Chytilová, Jiří Menzel, Jaromil Jireš, Jan Němec y Juraj Herz- se arriesgó a la censura y comenzó a usar el cine para hablar sobre la hipocresía y el absurdo del estado comunista. Con un estilo que va desde lo deslumbrantemente experimental hasta lo asombrosamente realista, estas transmisiones revolucionarias desde un tiempo y lugar singulares se erigen como modelos del arte como herramienta de resistencia política.
Trad. EnFilme
Fuente: Criterion Channel