Por Benjamín Villeda

Ratatouille (2007), el octavo largometraje producido por el exitoso estudio de animación Pixar (Toy Story, 2010; Buscando a Nemo, 2003) y ganadora del Oscar por Mejor Película Animada en 2008, cuenta la historia de Remy (Oswalt), una rata con un distinguido olfato y un refinado gusto por la buena comida.

Su sueño: luchar contra el conformismo de comer cualquier tipo de basura como las demás ratas, creando exquisitas combinaciones culinarias mediante el arte de la cocina.

Su problema: es una rata.

El plato fuerte

Cuando, en un desafortunado incidente, Remy y su hermano Emile (Sohn) se aventuran dentro de la cocina de un humano buscando la especia perfecta para complementar el sabor exquisito de un antojo, son sorprendidos con las manos en la masa. En medio de una emocionante secuencia de acción que involucra a una anciana de baja estatura armada con una escopeta, la colonia de ratas tiene que huir para buscar un nuevo hogar. Remy queda rezagado. Entonces, la peculiar rata nos lleva de la mano en un viaje fantástico al corazón mismo de París: ciudad donde la poesía también se sirve al dente.

Remy se involucra con el joven Alfredo Linguini (Romano), heredero del restaurante Gusteau's —en sus inicios, el más famoso restaurante de París gracias a la pasión culinaria que le imprimía su chef y creador Auguste Gusteau (padre de Linguini) con su alentadora filosofía: "cualquiera puede cocinar". La inusual pareja descubre que mediante 'jalones de greñas' (Remy sobre la cabeza de Linguini) puede manipular los movimientos del joven, utilizando sus cabellos como "hilos" o "controles" para dirigirlo dentro de la cocina. Una de las escenas más divertidas es, sin duda, cuando estos dos practican dentro del departamento de Linguini con este nuevo sistema.

Remy y Linguini tendrán que encontrar la forma de adaptarse a esta relación rata-humano y, al mismo tiempo, salvar el negocio de su padre que está a punto de sucumbir ante la avaricia del nuevo chef Skinner (Holm), quien desea dejar a un lado a Linguini como heredero y consumar su macabro plan de convertir el nombre de Gusteau's en una marca de productos de comida para microondas. Y por si esto fuera poco, Remy y Linguini, junto con todo el staff de Gusteau's, tendrán que enfrentar el juicio del famoso crítico de comida Anton Ego (O'Toole), reconocido por sus contundentes críticas y capacidad de desprestigiar hasta al mejor chef del mundo.

Es así como esta peculiar pareja nos meten de lleno a la acción que se desarrolla dentro de una cocina profesional de París para demostrar que esta puede ser un auténtico campo de batalla.

El digestivo

Aunque Ratatouille no es un diamante (en ocasiones las escenas se alargan demasiado con los diálogos), garantiza un buen rato para todas las edades. Una divertida experiencia que tiene tanto momentos llenos de humor como de acción y bella creación culinaria. Gracias a la gran dedicación y perfeccionismo en la animación, Pixar nos hace salivar en más de una ocasión con los platillos que Remy y Linguini preparan. no podemos evitar sentirnos con ganas de cocinar aunque sea un sandwich... o, ya de perdida, unas palomitas en el microondas.

La sobremesa

Ratatouille es una aventura familiar que nos inspira a nunca darnos por vencidos, a perseguir nuestros sueños y a no dejarnos llevar por los prejuicios. Es difícil no sentirse identificado con una de las simpáticas ratas o con uno de los humanos. Una película para alimentar a toda una familia.Ratatouille es un platillo que deja un buen sabor de boca.

¡Buen provecho!

Datos curiosos:

-Como parte del proceso de investigación, los encargados del proyecto viajaron a París para dar un tour por la ciudad, comiendo en los mejores restaurantes de la "Ciudad de las Luces".

-A su regreso, todo el equipo creativo tomó clases de cocina para que los animadores aprendieran a cortar y preparar comida como los profesionales.