Me hacéis el honor de presentar a la Academia un informe sobre
mi anterior vida de mono. Lamento no poder complaceros;
hace ya cinco años que he abandonado la vida simiesca.
Informe para una Academia.
-Franz Kafka
“Ya lo he dicho, el texto me escogió porque la historia del mono que aprende soy yo”, dice uno de los artistas mexicanos trascendentales, Francisco Toledo, de 70 años, refiriéndose a Informe para una Academia (1917), de Franz Kafka, discurso ficticio en el que un mono, Pedro el rojo, expone frente a un grupo de académicos, de forma irónica, cómo se amaestró a sí mismo para convertirse en humano.
Este texto del autor praguense es el eje central del documental El informe Toledo (2010), el primer largometraje de Albino Álvarez para la pantalla grande. Tras una larga carrera en este género –su trabajo principal ha sido para la televisión-, Álvarez se unió a Germaine Gómez, productora, historiadora del arte, socia fundadora y directora de difusión cultural del Centro Cultural Casa Lamm, para desarrollar este proyecto. A través de éste presentan a Toledo no sólo como el artista que esculpe en su taller, sino como alguien que se preocupa por la preservación de la naturaleza y que recurrentemente ha manifestado su arraigado compromiso social -hace sólo unos años ganó la lucha contra el establecimiento de un McDonald’s en el centro de la ciudad de Oaxaca.
Los grabados de Toledo animados por Diez y Media, colectivo de animación mexicano, y acompañados por el swing del músico oaxaqueño Steven Brown, contribuyen a trazar la imagen de una gran figura que no se asume como tal, de un reconocido pintor que se refiere a sí mismo como dibujante o artista gráfico. En sus recorridos por Europa, en sus exposiciones en Nueva York, a donde quiera que vaya, Toledo se empeña en demostrar que siempre pertenecerá a Oaxaca, que él es Oaxaca. Ninguna de las plataformas artísticas internacionales lo han separado de sus ideologías, ni de su involucramiento con el arte oaxaqueño.
Descrito a continuación en palabras de sus realizadores, el director Albino Álvarez y la investigadora Germaine Gómez, este documental inmortaliza la obra humanizando al mito en que Toledo se ha convertido.
EnFilme: Se ha referido a la obra de Toledo como enloquecedora, estimulante y misteriosa, ¿cómo y cuándo fue su primer contacto con ésta?
Gómez: Nuestra idea inicial era dar una visión panorámica de la plástica oaxaqueña contemporánea con una generación posterior a la de Toledo, que es una figura central del arte oaxaqueño. Es el artista vivo más importante. Nos atraía documentar lo que estaba pasando en Oaxaca, pero siempre tuvimos en mente el poder realizar un trabajo más amplio, más profundo, más ambicioso, sobre el propio Francisco Toledo.
EF: La narración del documental no es lineal. Se traslada de los 80 a los 60, después de los 60 a la actualidad ¿cómo fue el proceso para decidir qué eventos iban a formar parte del largometraje?
Álvarez: El documental se divide en tres planos.
Para mí, evidentemente, el contexto social y político siempre es fundamental para entender la figura de un artista. En este caso, Francisco ha sido muy activo en un aspecto social. Elegimos dos momentos: Juchitán y el nacimiento de La Casa de la Cultura en los años setenta y ochenta, y lo que sucedió en el 2006, en Oaxaca, con el conflicto magisterial y la APPO.
El segundo plano es sobre la trayectoria de Francisco como artista. Sale de Juchitán, va a Oaxaca, después a la Ciudad de México y más adelante recorre Europa.
Y el tercer plano fundamenta y expone la identificación de Francisco con Pedro el rojo, su álter ego, a través de sus quince grabados.
El propio escrito de Kafka permite jugar con el tiempo. No quisimos hacer un documental imitando la linealidad de su relato. Más bien, la narrativa está determinada por nudos que conectan ciertos temas con otros. Quisimos que la asociación temática fuera la que le diera forma al discurso, porque todo tiene un clímax y un final. A partir de su obra creamos lo que queríamos en colaboración con Colectivo Diez y Media. Trazamos nuestros propios ambientes y nuestros propios personajes, pensando en hacer un relato kafkiano. Queríamos que el texto de Kafka a través de la gráfica de Francisco fuera el punto de llegada y/o punto de encuentro.
EF: A través del documental, poco a poco se descubren las entrañas de un extraño, sus intereses, su vida privada, ¿la intensión era mitificar a la persona o humanizar el mito?
Germaine: Antes que al activista social o político, se descubre un ser humano excepcional, con una sencillez increíble, de una gran generosidad. También se confirma su talento a través de la manera en la que trabaja, en la que lleva a cabo todos sus procesos.
Creo que al público le gustará ver que el artista que a veces tenemos en un pedestal y que se convierte casi en un mito vivo es, a fin de cuentas, en este caso, un ser humano excepcional, un ser humano entrañable. Te vas enamorando del personaje a través, no nada más de toda su vasta obra, sino de sus palabras, de sus palabras tan medidas, tan precisas.
Lo que él habla es de una manera contundente, clara, sencilla, yo creo que eso es lo principal, el ser humano.
Por otro lado, hay que romper con esa idea de que los documentales son aburridos. Realmente hay una riqueza en trabajos documentales muy amplia ahora en México, y éste en particular, estamos seguros que les va a gustar mucho.
Álvarez: Es una tarea hacer que el documental vaya encontrando sus propios públicos, y para eso trabajamos, para que justamente el documental pueda conectarse con esas audiencias.