La Sra. Pitt y Jack Sparrow en el naufragio cinematográfico más sexy jamás filmado en Venecia
Los señores de la crítica internacional no han podido evitar fruncir el seño frente a una fórmula cuyos elementos prometían mucho, pero cuyo resultado les parece catastrófico o como dijo el crítico francés Frédéric Mignard “un auténtico naufragio en góndola en los canales de Venecia”. Tal vez si esta fuera otra película de acción gringa no hubieran mostrado tanta efervescencia en mostrar su desdén frente a los clichés, la inverosimilitud de la trama y las actuaciones impostadas de los protagonistas.
Pero lo que les parece verdaderamente escandaloso es que este filme, remake de Anthony Zimmer (2005) una elegante cinta francesa de espionaje de Jérôme Salle, no sólo contaba con elementos clave en su producción que apuntaban a lo mejor no a una gran película, pero sí a un resultado digno, sino que encima el chistecito salió en 100 millones de dólares.
El director alemán Florian Henckel von Donnersmarck ganó el Oscar a la Mejor Película Extranjera con su ópera prima La vida de los otros (2006), los guionistas Christopher McQuarrie y Julian Fellowes fueron también ganadores del Oscar porSospechosos comunes (1995) y Gosford Park (2001) respectivamente y por si fuera poco, la producción contó con la participación de las super estrellas Angelina Jolie y Johnny Depp como protagonistas.
Cabe decir que por mi parte llegué con expectativas nulas a ver la extraña dupla Jolie-Depp en una película de acción que no pintaba para mucho. Procuro mantenerme lejos de caer en la trampa de querer ver una película como ésta con una mirada que sólo puede imponerse a cintas que tienen otra estatura. Hay que conocer los alcances y propósitos de cada proyecto, si no se quiere terminar con los intestinos perforados por jugos gástricos. Así que me relajé en la butaca, distendiendo el cuerpo y el pensamiento. Debo admitir que pasados los difíciles primeros 20 minutos, decidí dejarme conducir por lo que estaba sucediendo en pantalla.
No sé si fueron las calles de París o las vistas espectaculares de Venecia, no sé si fueron los oficiales parisinos o los agentes italianos, lo cierto es que algo me permitió seguir hasta el final sin detenerme mucho en el avance poco creíble de la trama y las situaciones, el mal gusto de poner a un Johnny Depp pasado de peso corriendo descalzo en pijama a rayas por los tejados de Venecia con ademanes que inevitablemente recuerdan al pirata más famoso, el gesto de seducción petrificado de Angelina Jolie que no muestra más que el perfil derecho a cámara o la rigidez del “romance” inverosímil entre los dos actores.
Me parece que si el espectador asiste a esta película sin haber visto la versión francesa original, la ópera prima del director y sin saber quiénes son los guionistas que están detrás de este Bond maltrecho, no se sentirá decepcionado, ya que la historia es entretenida al irnos dosificando sus porciones de verdad. El turista tiene las locaciones, el atractivo en pantalla y los suficientes balazos y escenas de acción para convertirse en un éxito en taquilla. Moraleja: "quien sabe quién mueve los hilos no se divierte" o "nunca contrates a un director alemán de la escuela de cine europeo para dirigir una superproducción gringa".