En este nuevo capítulo –cuarto en el orden cronológico de la historia, ¿o apoco creían que era tan simple?– Dominic Torreto (Diesel) vuelve a reunirse con su inseparable Brian (Walker) y su hermana Mia (Brewster) para realizar un último trabajo –aunque, dado el éxito de la cinta, seguramente habrá otro antes de colgar, ahora sí, las llaves del auto.
Para los que no estén familiarizados con la maratónica trama, va más o menos así: Dominic perdió a su amada Letty (Rodriguez) y está a punto de cumplir 25 años en la cárcel. Brian abandonó y volvió a ingresar a la policía aunque sabiamente se percató de que la vida en las calles le dejaba más dinero. Mia, otra fugitiva de la ley, se encuentra muy contenta porque al fin pudo concretar su relación con Brian, y tiene el permiso de Dom.
El tacómetro está por explotar y Dominic es liberado por el par de enamorados antes de ingresar a la cárcel. Su paso siguiente es salir del país lo más rápido y furiosamente posible hacia Río de Janeiro. Afortunadamente para ellos, cambiar de residencia nunca ha sido un problema. Siempre hay un amigo de buena voluntad en cada ciudad.
Al igual que sus antecesoras, Rápidos y furiosos 5in Control (Fast Five, 2011) guarda su atractivo en cosas poco importantes pero vistosas como el tuning, las mujeres, Paul Walker, etc. La misma estructura por quinta ocasión y los mismos gestos de Vin Diesel huelen a usados, pero el verdadero punto fuerte de esta franquicia son las escenas de acción. El director Justin Lin –quien trabaja su tercer filme dentro de la saga– se saca de la chistera un par de escenas tan irreales que emocionan: la primera, un robo de dos autos custodiados por la DEA y guardados dentro de un tren en marcha; la otra, una destrucción del centro de Río. El resultado es entretenido: los actos acrobáticos echan mano de una edición engolosinada y la misoginia se esconde detrás de la humedad sudorosa y de los colores súper saturados.
Acaso la mejor película de la saga, pero muy por debajo de los clásicos del género, como Bullit (Yates, 1968) o Vivir y morir en Los Ángeles (Friedkin, 1985).
Desde septiembre ya se puede ver está explosiva película en formato Blu-ray y DVD, con unos cuantos extras nada despreciables: escenas eliminadas, un gag reel, un nuevo set de llantas y comentarios de su director Justin Lin.