Por Cristina Incháustegui Massieu (@CristinaMassieu)
El comediante inglés Joe Cornish (coescritor de The Adventures of Tintin, 2011 y Ant-Man, 2015) debutó con un filme de ciencia ficción distinto, con un ritmo narrativo audaz, con efectos especiales efectivos pero no ostentosos, y la fuerza de sus protagonistas, innegable. Attack The Block (2011) reiteró las películas de zombies, de horror y de monstruos son una buena puerta de entrada para los principiantes. Y que la oscuridad y los cortes rápidos pueden compensar el presupuesto de efectos especiales.
Desde el proceso de selección de los protagonistas –todos ellos jóvenes no actores pertenecientes a la zona de los council estates de Londres donde se desarrolla la trama–, hasta el diseño de los alienígenas, los elementos más relevantes de la historia se unen con destreza y velocidad, convirtiéndola no sólo en un clásico de culto, sino en una representación precisa de algunos de los aspectos más controversiales de la juventud contemporánea: rebelión adolescente, abandono familiar, violencia entre pandillas, consumo de drogas y la inevitable transición a la adultez; todo esto sin perder identidad como cinta de acción y suspenso. Pese a que su ambientación es sencilla, Attack The Block logra involucrar al espectador en el entorno donde se desenvuelve, con su tono de novela gráfica y sus héroes poco probables.
A diferencia de otras cintas del género, este ataque extraterrestre no se vive a través de los estratos más altos de la milicia, el gremio científico o el ejército, sino de un grupo de adolescentes caóticos de los suburbios ingleses que pronto se ven obligados a defenderse con las únicas herramientas que tienen a su alcance.
El soundtrack de Attack The Block es indudablemente un punto más a su favor. Creado por los pioneros de la escena electrónica Basement Jaxx (el dúo británico compuesto por Simon Ratcliffe y Felix Buxton) y Steven Price, captura la emoción y modernidad del filme, otorgándole una cualidad sofisticada que inmediatamente invade los oídos. Sus sonidos sintéticos, urbanos y futuristas son contundentes, perfectos para ambientar los momentos más característicos de la película, desde sus enfrentamientos y persecuciones, hasta los más conmovedores y aterradores. La música enfatiza una atmósfera inquietante propia de una invasión alienígena particularmente agresiva y brutal. Es una mezcla cautivante de música electrónica y ciencia ficción.