Por Juan Felipe Ochoa
Blues, folk, soul, rock’n roll… ¿R&B?... ¿hip hop?... ¿“blues hop remix”? son los géneros del soundtrack de la película Cadillac Records (2008) a través de los cuales se busca conciliar el pasado con el “punchis punchis”… del pasado.
Tal vez no esté a la altura del filme, tal vez no sea la selección de canciones que le haga justicia a los músicos de la trama, tal vez ni siquiera cantan las leyendas cuyas vidas protagonizan el largometraje, tal vez es un disco doble que cabe perfectamente en uno, sin embargo, al igual que la película, es una buena clase de historia de la música negra contemporánea y de sus bases generales. Lo suficiente para recordar que Elvis no fue, ni por poco, el primero.
Una vez que se sabe que Jeffrey Wright, Beyonce Knowles, Mos Def y Columbus Short hacen covers de Muddy Waters, Etta James, Chuck Berry y Little Walter, respectivamente, la compilación puede digerirse mejor. Algo parecido a lo que sucede con la banda sonora de Walk the Line (2005), donde Joaquin Phoenix y Reese Witherspoon le dan voz a los temas originales de Johnny Cash y June Carter. Raphael Saadiq, Solange Knowles (hermana menor de Beyonce), Mary Mary y Little Walter aportan temas de su autoría. Este último hace la más importante del disco con su rolón “Last Night”.
A pesar de que el feeling que genera el disco no remite a su origen sino a algo entre comedia y drama más del estilo de Ghost (1990), para ser justos, no está nada mal. Por el contrario, Beyonce maravilla en “At Last” y “I’d Rather Go Blind”, donde se esfuerza por dejar su propia huella, y lo hace muy bien. Mos Def tiene práctica en el mundo del hip hop por lo que no extraña que interpretara con tan sediciosa cadencia las canciones rockanroleras de Chuck Berry. La verdadera sorpresa la dio Jeff Wright quien, sin ningún antecedente, mostró que sí sabe cantar, abriendo y cerrando el tracklist con las poderosas “I’m a Man” y “Country Blues” que… ¡cuidado! Si eres de los que le dan play a la primera y a las últimas canciones para tener noción de lo que vas a escuchar, podrías decepcionarte.
Después de ver Cadillac Records como una bomba audiovisual de batallas de improvisaciones blueseras con riffs de guitarras y armónicas que evocan a Hendrix o los Rolling Stones en los cuarenta, dándonos excelentes lecciones de las raíces musicales del Mississippi, lo mejor que se puede decir del soundtrack es que veas su película.