Lee aquí nuestra reseña de Nunca estarás a salvo
El multi-instrumentista de Radiohead, Jonny Greenwood, ha hecho más que probar su temple en la composición de bandas sonoras en el cine durante la última década. Justo después de su trabajo nominado al Premio de la Academia por Phantom Thread (2017), de Paul Thomas Anderson, él deposita su talento en You Were Never Really Here (2017), un poderoso thriller que marca su segunda colaboración con la cineasta escocesa, Lynne Ramsay (después de We Need to Talk About Kevin de 2011).
En el filme, Joaquin Phoenix interpreta a Joe, un veterano de guerra y exagente del FBI con trastorno de estrés postraumático, que trabaja como arma contratada para rescatar a niñas que han sido víctimas de perversas redes de tráfico de personas y prostitución. You Were Never Really Here es una película pesada e inquietante que será un destello instantáneo para cualquier persona con gran aversión por la violencia gráfica, pero también es bastante seductora y vívidamente poética al mismo tiempo. Ramsay, como siempre, crea un increíble mosaico visual con un expresivo collage de colores y colocaciones de cámara que tienen un gran valor metafórico a través del cual el espectador tiene la tarea de interpretar y filtrar las pistas temáticas de la historia. Como la película tiene diálogo relativamente escaso, el diseño de sonido y la música juegan un papel integral en el proceso de narración de la historia.
Para subrayar la desesperación de Joe, Greenwood diseña ritmos obsesivos, sonidos melódicos de las cuerdas arropados con perturbadores sintetizadores. El integrante de Radiohead confecciona un estado incierto de cordura, atmósferas turbulentas y psicóticas congruentes con los caminos turbios y caóticos que transita el personaje. Descrito por el propio músico y compositor como “una mezcla de música de cuerda, guitarra eléctrica y algunos ritmos dispersos", el integrante de Radiohead se vuelve más ecléctico en su estilo con temas que varían en tono e instrumentación, lo que seguramente hará de esta una de las bandas sonoras más veneradas del año. Y si no, al menos You Were Never Really Here es otro ejemplo de la creatividad ilimitada, la innovación y el enfoque valiente de Greenwood.