Por Manni C. Preciado

Jude Law y Forest Whitaker (Ghost Dog, 1999) son nuestros chicos, dos recolectores de órganos en un futuro despóticamente cercano, que trabajan para La Unión. Esta compañía se dedica a la fabricación de órganos bio-mecánicos que vende a crédito, con intereses exorbitantes, a enfermos crónicos. Los recolectores están encargados de perseguir a aquéllos que se atrasen en sus pagos. El dúo es excelente en su misión, aunque no se puede decir lo mismo de sus creadores.

Suele suceder que la composición de una banda sonora sea tan acertada que sobrepase la propia película. Ese es el caso de Los recolectores (2010). A pesar de sus fallas, con ayuda de Whitaker y su calculadora manera de recolectar hígados, y la acción llena de bisturís y armas de electrochoque, se logra mantener al espectador atento hasta el final.

Con la ecléctica colección del soundtrack ⎯que incluye una composición del dos veces nominado al Oscar, Marco Beltrami⎯, los productores se blindaron contra la apatía del espectador. El común denominador del álbum definitivamente es el buen gusto, aunque los géneros varíen entre rock alternativo, R&B, hip hop, clásicos del soul o un híbrido entre éstos con un toque electrónico.

Con artistas tan variados como Method Man, RZA, ⎯este último produjo el remix de William Bell, “Everyday Will Be Like a Holiday”⎯, David Stewart de Eurythmics, UNKLE y Beck, pasando por grandes iconos de antaño como Nina Simone y Mama Cass de The Mamas & The Papas, la banda sonora de Los recolectores te envuelve en una exquisita atmósfera de ritmos variados.

El álbum inicia con un guiño al título de la novela que dio origen a la cinta, The Repossession Mambo (2009), con el tema de mambo, “Sway”, a cargo del rey del género, Dámaso Pérez Prado, en colaboración con la cantante pop de Kentucky, Rosemary Clooney. “Sing it Back”, de la difunta banda electro trip hop, Moloko, acompaña la secuencia más violenta de la película: una pelea que rinde homenaje a la gran acción de Oldboy (2003), y sólo por este hecho la canción es memorable.

Entre los mejores momentos del filme, destaca cuando Remy (Jude Law) y Beth (Alice Braga) se cortan entre ellos para borrar sus registros de la base de datos y, mientras lo hacen cachondamente, UNKLE es el encargado de marcarles el ritmo con “Burn My Shadow” del disco War Stories (2007), track que engloba el trip rock estandarte de estos británicos que acostumbran colaborar con diferentes artistas, en este caso, con el vocalista de The Cult, Ian Astbury. La canción comienza lentamente y crece hasta alcanzar beats de frenéticos guitarrazos que complementan perfectamente la escena.

Septiembre 14, 2010.