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RESEÑAS > SOUNDTRACK
El filme posee una atractiva selección de temas de la década de 1970 para crear una atmósfera sonora cercana a la época en que se desarrolla el relato. Entre las piezas musicales destacan la alegría de la fiesta nocturna de “September” de Earth, Wind & Fire; la introducción instrumental extendida de “Papa Was a Rollin’ Stone” de The Temptations; los ritmos pop de “Jive Talkin’”de Bee Gees; y la atmósfera nostálgica de “A Horse With No Name” de America.
La banda sonora cuenta con 19 temas originales creados por el músico y compositor alemán, Ramin Djawadi, cuyas piezas orquestales pretenden crear atmósferas épicas que acompañan las luchas y batallas entre humanos y orcos.
Después de una boda salvaje en la que se le suben las copas, Maru (Karla Souza) cambia su vida por completo. Un mes después de sus excesos provocados por el rencor hacia su novio que la dejó por irse de aventura a Cuba, se da cuenta que está embarazada y ni siquiera recuerda quién podría ser el padre. La comedia mexicana ¿Qué culpa tiene el niño? de Gustavo Loza hace un retrato de la sociedad mexicana, contando una historia de amor y confusiones, pero al mismo tiempo haciendo una crítica a algunos de los grupos sociales con los que convivimos cotidianamente, todo ello, manteniendo una atmósfera de humor, ligereza y fiesta.
Entre las atmósferas solemnes y los ambientes tenebrosos transcurren las 12 obras musicales elaboradas por el compositor y músico inglés, Clint Mansell, dándole una encarnación musical convincente a la suntuosidad y el desconcierto que Ben Wheatley pretende transmitir en su filme 'High-Rise'.
La música, compuesta en colaboración por Junkie XL y Hans Zimmer, es usada para acentuar los momentos de mayor tensión en la trama y demostrar el poder de las dos fuerzas titánicas que se enfrentan.
How to Be Single, dirigida por Christian Ditter, es una adaptación del libro del mismo nombre de la guionista de Sex and the City, Liz Tuccillo, centrada en los infortunios de cuatro mujeres, Alice (Dakota Johnson), Meg (Leslie Mann), Robin (Rebel Wilson) y Lucy (Alison Brie), que viven sumergidas en las ventajas y desventajas de la soltería en la ciudad de Nueva York.
No es un secreto que para Gregg Araki la música es medular para sus filmes. También ha dicho que lo es al momento de componer. En Una señal en la tormenta la música define a su personaje principal, Kat, interpretada con asombrosa profundidad por Shailene Woodley; aporta vaporosidad a la desaparición de su madre, Eve (Eva Green); mantiene la atmósfera de ensoñación que se desprende de esta misteriosa ausencia, y, con un playlist de primera, establece ese deseo de rebeldía, de reinvención, que marcó el final de los ochenta e inicios de los noventa.
Además de las tres piezas musicales compuestas por Clint Mansell (Requiem for a Dream, 2000; Black Swan, 2010), el álbum de la banda sonora de Repugnante incluye canciones de artistas como Billy Ocean, The Shirelles, Tom Jones, Otis Blackwell, David Soul, Wilson Pickett, The Third Degree y Clarence Carter. Gran parte de la música embona en perfecta consonancia con el caos emocional, la actitud libertina, la perversidad, la diversión grotesca, el humor negro y la inestabilidad mental del protagonista.
María del Carmen, la heroína de esta novela que en 2015 fue adaptada al cine por los también caleños, el productor, Rodrigo Guerrero, y el director, Carlos Moreno (Perro come perro, 2008), experimenta un desclasamiento trasladándose del norte burgués al “sur salvaje” de Cali, de las drogas caras y químicas a las drogas que da la tierra, del sexo con un gringo al sexo con un indígena, del rock al guaguancó, del malinchismo al reencuentro con los orígenes de la tierra que pisa. Es una novela de iniciación que avanza musicalmente, sumergida y entregada al baile.
Ana Lily Armirpour –cineasta iraní, pero radicada en Estados Unidos– estructura un filme equilibrado en diálogos y silencios que se apoya en una ecléctica banda sonora que les permite a sus personajes exhalar sus sentimientos, emociones y pensamientos ya sea mediante los ritmos electrónicos de Farah, el techno de Free Electric Band, las melodías del rock indie de los ingleses White Lies, las atmósferas nostálgicas de Radio Teheran, el rock iraní de la escena underground de Kiosk, el paso del tiempo de las baladas y temas sociopolíticos de Dariush Eghbali, las mezclas sonoras de tambores y electrónica de Bei Ru, hasta las melodías occidentales inspiradas en el spaghetti western de Federale.
En la banda sonora original de 'Todos están muertos', premiada en el 17º Festival de Cine de Málaga, desfilan homenajes a diversas épocas y corrientes musicales que refuerzan el sentido de varios niveles del filme. Así, los ritmos que aluden a las expresiones musicales de la llamada 'movida madrileña', con su mezcla de estilos como el rock, el pop y el punk, corresponden al pasado de su protagonista como exestrella de rock de los ochenta, mientras que el rock más enérgico de un grupo de rock como Los Planetas caracteriza el impulso de renovación y el empuje de su presente. Asimismo, el folklor mexicano conecta con la dosis de realismo mágico de la que el filme echa mano para resolver el conflicto de su trama.
El complejo y atractivo universo sonoro de 'The Duke of Burgundy' (2014), creado por Cat’s Eyes, consiste en una serie de capas, melodías y texturas orquestales que acompañan el inquietante, misterioso y sensual vínculo amoroso y sadomasoquista de dos mujeres.
En los filmes de superhéroes no pueden faltar los temas musicales heroicos que exaltan el fervor, la energía y el dinamismo de los protagonistas inmersos en batallas, persecuciones y explosiones que son representadas por Philip Glass y Marco Beltrami, mediante piezas musicales construidas con paciencia y suavidad que aumentan gradualmente su intensidad.
El atmosférico, subyugante y sombrío OST de Under The Skin, la película de ciencia ficción del cineasta británico Jonathan Glazer (Sexy Beast, 2000; Birth, 2004), protagonizado por Scarlett Johansson, fue compuesto por la singular esquiva y extraordinaria creadora inglesa, Mica Levi, líder del grupo Micachu & The Shapes. Las críticas entusiastas de ese primer encargo cinematográfico de Levi, fue recompensado con diversos galardones como el de Mejor Compositor/ra de los Premios del Cine Europeo en diciembre de 2014, que no remarcan otra cosa que el innegable talento de la joven artista, cuyo trabajo para el filme de Glazer ha sido comparado en calidad y originalidad con la banda sonora de 2001: A Space Odyssey (1968) de Stanley Kubrick.
Para llegar a la ironía que logra criticar la hipocresía social en Gran Bretaña, mostrar nostalgia por los paisajes bucólicos y su esperada inocencia, cuestionar el poder del amor, y ser tan violento como acostumbra, en Sightseers, Ben Wheatley se apoya en gran medida en la música para hacer reír. Su selección, recargada fuertemente en temas originales de alrededor de los setenta, señala constantemente la absurda contradicción entre las expectativas de los personajes y su realidad o reafirma su macabra rareza.