Las heroínas del cine rompieron con la imagen de la mujer en el cine clásico de Hollywood, confinadas al papel de las amantes sensibles que esperaban al héroe de la historia o bien codependientes de un personaje masculino en el filme de turno. Aunque lo hicieron, claro, bajo una visión masculina, ceñida a un género cinematográfico (la acción, la ciencia ficción, el terror…) y bajo los deseos masculinos: a pesar de su letalidad, fuerza, rebeldía, independencia y valentía, todas se mantienen jóvenes, bellas y sexys. Uno de los rasgos principales de los héroes, el del sacrificio por un bien común, en una mujer remite al papel de las madres. No por nada en el imaginario común las madres siguen siendo una especie de heroína. Y no por nada casi ninguna de las heroínas del cine tiene hijos.
1. Princesa Leia Star Wars, Dir. George Lucas (Estados unidos, 1977) | |
Princess Leia Organa of Alderaan (Carrie Fisher) marcó el rumbo de las heroínas en Hollywood, ya que fue un personaje arquetípico poderoso que instauró los personajes a largo plazo o con larga vida debido a la franquicia de la saga Star Wars. Fue precursora de los personajes femeninos rudos y guerreros, siendo un referente cultural por generaciones. La princesa Leia era una mujer en apuros que se probó a sí misma y a los demás ser más audaz y valiente que muchos de los personajes de Star Wars. Darth Vader captura su nave y la toma como prisionera; y lejos de esperar por su rescate, su fortaleza radica en que reacciona ante su desventura, incluso su inteligencia, habilidades y fuerza de voluntadad ayudan a Luke y Han Solo a liberarse de la Estrella de la Muerte. Sería imprudente hablar de Leia como un ícono feminista, pero para la época en que surgió, el personaje sobresalía de la media de lo que se consideraba ser mujer en el mundo occidental. Incluso se insinuó un posible incesto, ya que en la primera entrega Luke Skywalker se besa con ella y rivaliza con Han Solo para llamar su atención, pero su creador, George Lucas, resolvió el dilema. Incuso su look masculinizado sentaría la moda en imagen de los personajes femeninos, haciéndola un símbolo sexual. MSR (@mkesaucedo) |
2. Ripley Alien, Ridley Scott, EE.UU. – Reino Unido, 1979 | |
Para muchos, Ripley (Sigourney Weaver) es un parteaguas en la historia de las heroínas en el cine. Antes de ella, nadie había trastocado tantos clichés femeninos en pantalla hollywoodense (a pesar de que en la primera entrega, como para no verse tan irreverente, ella acabe escapando ferozmente, pero en calzones). Ninguna mujer había sido la protagonista en una película de terror. Es fuerte, es determinada, no necesita estar enamorada ni ser madre para realizarse, al menos no en la manera tradicional. Su necesidad de proteger la enfoca en su gatito (hasta en eso fue visionaria). Es la única dentro de la nave espacial que mantiene la cabeza lo suficientemente fría en un momento de tensión extremo como para idear una solución y ejecutarla. Además, todo sucede en una historia cuyo monstruo central (diseñado por el magnífico H.R. Giger) viola metafóricamente a los hombres y los embaraza. Alien, a través de su Ripley, tiene los suficientes elementos para, de alguna manera, ser considerada una película feminista, o que al menos levanta preguntas al respecto. SOR (@SofOchoa) 2. SARAH CONNOR The Terminator, Dir. James Cameron, EE.UU. - Reino Unido, 1984 Con la quijada y los bíceps marcados, el gesto rudo, sus habilidades de atleta y una holgada facilidad para manejar un rifle más ancho que sus brazos, Sarah Connor (Linda Hamilton) podría hacerse pasar por quien, en su condición de heroína, ha roto paradigmas propios de su sexo. Y sí lo ha hecho, pero no tanto como parece, después de todo su personaje fue coescrito por James Cameron, el director de las francamente cursis Avatar y Titanic, aunque también de Aliens. Al inicio de The Terminator, Sarah es una mesera a la espera del amor, como un buen porcentaje de las mujeres jóvenes en las películas de Hollywood, pero pronto descubre que su destino ya ha sido escrito y que éste consiste en criar como guerrero militarizado a su futuro hijo, John. Su guía para aceptar su destino y, de pasada, inseminarla con esta cría es Kyle Reese (Michael Biehn), otro hombre del futuro. Parte del mérito de Sarah es la locura que le permite creer en este revoltijo temporal y en este ser visionario, para asumir a cabalidad su papel de Madre del Futuro, una especie de espartana que cría para la guerra, ¿quizá el modelo ideal de madre que necesita un país en perpetua conquista bélica como Estados Unidos? SOR (@SofOchoa) |
3. Motoko Kusanagi Kôkaku Kidôtai (Ghost in the Shell), Dir. Mamoru Oshii, Japón, 1995 | |
Si revisamos el panorama cinematográfico de la animación japonesa nos daremos cuenta de que muchas de las películas aclamadas por la crítica de este rubro son protagonizadas por mujeres, empezando por gran parte de la obra de Miyazaki, como Nausicaä del Valle del Viento (1984) o El viaje de Chihiro (2001), hasta El cuento de la princesa Kaguya (2013) de Isao Takahata, por mencionar algunos casos. Pero entre todas las heroínas de anime quizá la que más destaca es Motoko Kusanagi de Ghost in the Shell (1995), de Mamoru Oshii, que pronto veremos encarnada por Scarlett Johansson. Lo que distingue a Kusanagi de otras heroínas es que al ser un cyborg, cuyo único elemento orgánico son las células de su cerebro, ella pone en duda todo lo que la conforma como individuo, desde su femineidad hasta su propio yo. De hecho, Ghost in the Shell es uno de los raros ejemplos de una película que es a partes iguales una cinta filosófica como una de acción. Su premisa se ajusta bastante a lo que se esperaría de este último género, dado que básicamente trata de que Motoko, miembro de una fuerza de seguridad pública cibernética, que en cuanto a capacidades de combate no le envidia nada a Rambo, debe capturar a un hacker conocido como Puppet Master. Sólo que si el monstruo de Alien viola metafóricamente a los hombres, el antagonista de esta cinta viola lo que define a las personas mismas: su identidad, ya que con facilidad puede insertar memorias falsas en las personas para manipularlas. Por ello, para Kusanagi, enfrentarse a este adversario no es sinónimo de salvar a la humanidad, sino es un paso más para comprender quién es como individuo y en general qué define a los humanos, en un mundo donde todo es sintético, desde los cuerpos de las personas hasta sus recuerdos. JMC (@makoss1) |
4. La Novia (The Bride) Kill Bill: Vol 1 & 2, Dir. Quentin Tarantino, Estados Unidos, 2003 y 2004. | |
Después de ser masacrada y con un disparo en la cabeza, Beatrix (Uma Thurman), una mujer embarazada conocida como La Novia, cae en estado de coma durante cuatro años; al despertar busca a los responsables para vengarse de su objetivo final, el sanguinario Bill (David Carradine). La búsqueda de Beatrix es retratada de manera convincente, aunque moralmente distorsionada; ella misma señala: “Cuando la fortuna le sonríe a algo tan violento y desagradable, es la prueba como ninguna otra, de que no sólo existe Dios, sino que estás haciendo su voluntad”. La protagonista comienza un trayecto impregnado de misticismo que de manera metafórica le permite renacer: del interior de un ataúd bajo tierra, ella escapa para visitar a Pai Mei, un maestro de Kung Fu, y comienza su entrenamiento físico y espiritual. Beatrix, vistiendo el mismo traje amarillo y negro que Bruce Lee lució en Game of Death, tiene una lista de las mujeres que ayudaron a Bill en su atrocidad. La Novia comienza un sangriento recorrido; ella parece estar completamente sola, sin la ayuda de algún colaborador, y la mayoría de las veces no se muestra comprensiva con el resto de las mujeres a las que está matando una por una. Sin embargo, hay una hermandad del pasado definida de manera implícita en muchas escenas, como cuando se encuentra con O-Ren (Lucy Liu), recordando que alguna vez trabajaron juntas en las DiVAS (Deadly Viper Assassination Squad), un escuadrón asesino; pero ese recuerdo sólo es un motivo más para acrecentar la furia de Beatrix. LFG (@luisfer_crimi) |
5. Nikita La Femme Nikita, Dir. Luc Besson, Francia, 1990 | |
Nikita (Anne Parillaud) irrumpió en los años 90 para dictar tendencia en la representación de la mujer fatal. Hasta ahora su imagen sigue siendo un referente; incluso para su director, Luc Besson (el perosnaje de Lucy podría ser una reinterpretación del siglo XXI de Nikita). La televisión ha producido dos series sobre el personaje. A la distancia, el filme ha envejecido; la figura de Nikita se revela estereotipada e idealizada por el imaginario de Besson, ya que es un compilado de grandes femmes fatales del cine negro con la virtud de tener un gran look. De mujer punketa y ladrona, Nikita es reclutada por el gobierno francés como espía y asesina, su imagen postmoderna sufre un cambio: con los íconicos vestido negro, tacones y perlas sale a seducir hombres y a matar. La psicología de esta violenta y chic femme fatal es sencilla, y se resume en las líneas que la actriz Jeanne Moreau en el rol de una consultora de imagen le dice a Nikita durante su entrenamiento: "Dos cosas que no tienen límite: la feminidad y lo que consigues al tomar ventaja de esta." "Sonríe cuando ignores algo: no serás la más inteligente, pero resultará agradable para los demás”. MSR (@mkesaucedo) |
6. Lisbeth Salander The Girl with the Dragon Tattoo, Dir. Niels Arden Oplev, 2009 y Dir. David Fincher, 2009 | |
La marca de Lisbeth Salander (personaje que en realidad proviene de las novelas de Stieg Larsson) es su dicotomía: es sumamente introvertida y antisocial, pero su apariencia tan distintiva, llena de tatuajes y piercings, la hace llamativa y misteriosa. Su enorme capacidad de concentración, sus habilidades como hacker, su valentía, su repudio a las reglas y a la autoridad, le permiten ser tanto una criminal como una vengadora, defensora de las mujeres oprimidas y violentadas por los hombres. A pesar de su rudeza y hostilidad, de su incapacidad de establecer relaciones sanas, emplea toda su inteligencia y talento a favor de la justicia social. El no poder perdonar, dejar atrás un doloroso pasado, lo trasciende a través de una controlada y dirigida sed de venganza. La versión sueca, con Noomi Rapace interpretando a Lisbeth, no deja que el personaje se deslice por la sensualidad cercana al mundo de la publicidad que Rooney Mara, dirigida por David Fincher, posee en la versión de Hollywood. SOR (@SofOchoa) |
7. Lee-Geum Ja Sympathy for Lady Vengeance, Dir. Park Chan-wook, Corea del Sur, 2005. | |
El dulce rostro, la tierna mirada y la delgada complexión física de la actriz y modelo surcoreana, Lee Yeong-ae, son los atributos que Park Chan-wook empleó para crear la apariencia de una frágil y angelical mujer en Sympathy for Lady Vengeance. La protagonista, “la señorita venganza”, es una joven que al interior de la cárcel actúa como un ángel reformado y solidario con el fin de reducir su condena por buen comportamiento, y planea cuidadosamente vengarse de Baek, el verdadero culpable de los crímenes que se le imputan. Desde que es sospechosa, la dulce mujer fervientemente insiste que ella mató a un pequeño niño, a pesar de las dudas de algunos policías. Al culparse de este acontecimiento, la heroína protege a su hija del malvado Baek. En una primera capa, la venganza y la tortura son los temas primordiales del filme, pero a diferencia de los protagonistas de las dos entregas anteriores de la trilogía de la venganza (Sympathy for Mr. Vengeance y Old Boy), la protagonista carga con una dosis de esperanza sobre sus espaldas: el deseo de volver a ver a su hija la motiva a continuar con su sangriento plan. En última instancia, el filme es sobre el crecimiento humano, sobre una mujer que alcanza la redención y el cambio de comportamiento una vez que ha olvidado el desastroso pasado, así como un debate sobre la responsabilidad y la aplicación de la justicia por propia mano. LFG (@luisfer_crimi) |
8. Gong Er The Grandmaster, Dir. Wong Kar-Wai, Hong Kong, China, 2013 | |
*Lee aquí nuestra reseña de The Grandmaster Mi padre siempre decía que las personas que practican artes marciales pasan por tres etapas: verse a sí mismos, ver el mundo y ver a todos los seres vivos. Yo aprendí a verme, y creo que he aprendido a ver el mundo. Desafortunadamente, nunca fui capaz de ver todas las cosas vivas. No pude terminar este camino. Espero que tú puedas seguir recorriéndolo. Son las palabras de la joven y bella Gong Er (Ziyi Zhang) a Yip Man (Tony Leung). Ella es hija del Gran maestro Gong Baosen y peleadora de Kung fu. Su padre está a punto de retirarse para dar paso a sus herederos. Dentro de esta nueva generación se encuentra su mejor discípulo, Ma San (Jin Zhang); su única hija, Gong Er, y Yip Man. La joven fue entrenada desde niña por su progenitor y conoce los secretos de la técnica mortal, 64 Manos. Pero las costumbres chinas prohíben a una mujer asumir el liderazgo de la familia, por lo que termina sacrificándose por el honor de su estirpe, pero en toda la historia no puede encontrarse a sí misma como maestra de artes marciales ni como esposa, ni tampoco como médica. Sufre la pena de un amor no correspondido, o quizás correspondido pero imposible, materializado en la figura del honorable Yip Man. VSM (@SofiaSanmarin) |
9. Trinity The Matrix, Dir. Andy y Lana Wachowski, Estados Unidos, 1999. | |
Vestida con un traje negro de cuero y gafas de sol, de carácter distante y apático, Trinity es una mujer segura de sí misma, de apariencia rebelde, pero que en realidad posee un estricto sentido de la lealtad y responsabilidad para llevar a cabo las tareas que se le han asignado, específicamente al momento de despertar a Neo (Keanu Reeves) y comenzar la lucha contra las máquinas y las inteligencias artificiales que controlan las mentes de los seres humanos mediante la simulación de vivir una vida real. Interpretada por la actriz canadiense, Carrie-Anne Moss, la heroína del universo de The Matrix posee una destacada habilidad y fortaleza como luchadora de artes marciales, es una experta en el manejo de armas; esto se demuestra una y otra vez en las numerosas secuencias de batalla contra las máquinas y contra los agentes de la Matrix. Ella es intensa en su devoción a la causa por la que pelea, así como en su amor por Neo. Cuando la vida de éste corre peligro, ella no se detiene, ni siquiera ante la muerte; ella es capaz de dar su vida por él. En una lectura del filme, si el amor y el sacrificio son las herramientas para derrotar al enemigo, entonces Trinity es el núcleo emocional de la trilogía. Ella nunca flaquea en su apoyo incondicional hacia Neo; él le dice repetidamente que la necesita y que ella está en su centro. Su sacrificio final, en The Matrix Revolutions (2003), posibilita la destrucción de la Matrix y la liberación de la humanidad. LFG (@luisfer_crimi) |
10. Lucy Lucy, Dir. Luc Besson, Francia, 2014 | |
*Lee aquí nuestra reseña de Lucy Lucy (Scarlett Johansson) es alegre y desenfadada. Es una estudiante estadounidense de 25 años que reside en Taipéi. Candorosa pero también cándida en los temas sombríos. Es manipulada por un tipo vulgar y oscuro, que resulta ser su nueva aventura. Él la involucra en un complot que va de Asia a Europa. Lucy es obligada a servir como mula de narcotráfico para una banda coreana, liderada por Mr. Jang (Min-Sik Choi, el excelente protagonista de Old Boy de Pak Chan-Wook). La chica debe transportar en su cuerpo, bajo la piel del abdomen, un fármaco de nueva creación, el CPH4. Tras el brutal maltrato de dos de sus captores, las bolsas que contienen el narcótico se rompen dentro de su organismo, provocándole un cambio neurológico que le brinda la capacidad de usar al 100% su cerebro (como sucede con Bradley Cooper en Limitless, 2011), convirtiéndola en una superheroína cuyos poderes –telequinesis, telepatía, mutación, capacidad para viajar en el tiempo– e inteligencia la convierten en una máquina perfecta para matar, dispuesta a tomar venganza de sus opresores y, a la vez, dispuesta a sacar las drogas del mercado. Perseguida por la policía y la mafia, Lucy se da a la tarea de localizar a las otras mulas. A medida que sus poderes aumentan, más cerca está de la omnisciencia, a costa de perder su humanidad. VSM (@SofiaSanmarin) |