Falso documental producido por Eli Roth (Hostal, 2005) y que narra la historia del Reverendo Cotton Marcus (Patrick Fabian), un ministro evangélico que tras realizar cientos de exorcismos, llega a la conclusión de que el demonio no existe y que la gente que aboga por sus servicios solo busca una respuesta a problemas que no puede enfrentar. Bajo el argumento de que sus acciones finalmente influyen de manera positiva en la vida del atormentado, decide grabar un último exorcismo para mostrarle a todos que lo que sucede durante el rito no es real, tan solo son efectos especiales creados por el. He de decir que la primera hora de esta película es una verdadera joya, mostrando argumentos bastante convincentes de cómo se puede truquear un exorcismo. Desde llenar de bocinas el cuarto del presunto poseído, hasta un crucifijo que despide humo con tan solo apretar un botón. Obvio no todo lo que brilla es oro y es que luego de pasar esta primera parte, todo lo demás es un remedo entre Rec (2007) y la cámara mareadora de Cloverfield (2008).

Además de tener un póster bastante sugerente, La profecía del no nacido es recordada por haber sido escrita y dirigida por David S. Goyer, co guionista junto con Cristopher Nolan de Batman Begins (2005) y The Dark Knight (2008). Cuenta la historia de Casey (Yustman), joven atormentada por un espíritu maligno que busca hacerse de un lugar en la tierra. Gary Oldman en el papel de Rabbi Sendak, se une a la lista de grandes actores interpretando exorcistas. Aunque la película es predecible y contiene uno que otro cliché (el sacerdote con crisis de fe), destaca por sus espeluznantes efectos especiales. Ejemplo, el flexible anciano que gira la cabeza.

Aunque es una parodia del género, ¿Y donde está el exorcista? es sin duda un referente de las películas de endemoniados. La razón, su protagonista Linda Blair, la niña poseída por excelencia. Pasan los años y la actriz nada más no puede dejar el papel que la hiciera tan famosa. Tanto es así que además de realizar este chiste, aún continua siendo invitada a programas de televisión para que hable de su experiencia en The Exorcist (1973) y The Exorcist: The Heretic (1977). Que ella y todos lo superen ya por favor.

Basada en el cómic de DC, cuenta las aventuras de John Constantine (Reeves), detective de lo paranormal, fumador compulsivo y condenado a la ira de Dios por intentar suicidarse cuando era joven. Las cosas se ponen feas cuando Constantine descubre una conspiración que busca traer a la tierra a Mamoth, hijo rebelde del demonio y quien sueña con romper el balance que por años ha sido acordado entre Dios y su padre. Cinta con grandes secuencias de acción y un reparto de primer nivel. Dirigida por Francis Lawrence, un conocido director de videos responsable de grabar a esa agresiva ola popera de los noventas liderada por Britney, N´Sync y demás desgraciados personajes.

Cinta norteamericana que al igual que Requiem (2006), basa su trama en el caso de de Annaliese Michel. La gran diferencia entre ésta y la versión alemana radica en que aquí el tema de la posesión es tratado de una forma más palomera que introspectiva. Deja de lado el conflicto adolescente para centrar el discurso en crudas escenas de actividad demoníaca. Emily Rose (Carpenter), que come cucarachas y se azota en el suelo de forma espeluznante, termina por ceder ante la gracia de la virgen con el único motivo de que su caso sirva como prueba de la existencia del demonio.

Filme realizado para la televisión y que basa su trama en un famoso caso de posesión, el de un niño conocido como Robbie Manheim, sucedido en los cuarentas en EE.UU. Protagonizada por Timothy Dalton, esta cinta emerge dentro del imaginario cinematográfico de las posesiones al estar basado en el libro escrito por Thomas B. Allen, que a su vez está basado en el diario del padre Raymond Bishop, sacerdote que atendió el exorcismo, así como en otros artículos y crónicas de la época. La escena más recordada es aquella en donde en pleno exorcismo, el pequeño poseído levita y canta el Ave María.

Dirigida por Paul Schrader, guionista de Taxi Driver (1976), esta precuela de El Exorcista (1973) narra el primer encuentro del padre Merrin (Skarsgard) con el demonio Pazuzu, ente responsable de la posesión de Regan MacNeil en la primera cinta. Es bien sabido que además de sacerdote, Merrin es un ávido arqueólogo; pues en esta cinta se traslada a África para investigar el extraño descubrimiento de una iglesia enterrada en el subsuelo mucho tiempo antes de que el cristianismo llegara a esas tierras. Más que escenas clásicas de exorcismos y mucho miedo, Dominion centra su discurso en la razón por la cual el padre Merrin pierde la fe. Un dialogo inteligente entre este y el demonio Pazuzu son la cereza en el pastel de un filme que fue desechado por los estudios Warner al carecer, según ellos, de escenas fuertes, sangre y groserías. La solución que tomaron, rehacer la cinta bajo la dirección del maleta de Renny Harlin, error.

Luego de la fallida The Exorcist II: The Heretic (1977), y a un mes de estrenarse la parodia ¿Y donde está el exorcista? (Repossesed, 1990) protagonizada por Leslie Nielsen y Linda Blair, William Peter Blatty decide adaptar a la pantalla grande otra de sus novelas, Legion. Hilando la trama quince años después de los sucesos ocurridos en la residencia MacNeil, relata la investigación del detective Kinderman (Scott), al encontrar similitudes entre unos asesinatos con claras tendencias satánicas, la muerte del padre Karras y la reaparición de un asesino serial fallecido. Cinta que en su mayoría se desarrolla en el interior de un hospital psiquiátrico y que es poseedora de escenas tan desconcertantes como una estatua asesina sin cabeza y enfermeras de corte freak.

Filme alemán que sin importar su temática paranormal, recorrió los festivales de cine más finos del mundo. ¿La razón?, a diferencia de El exorcista (1973) de Friedkin, en Requiem no todo es obscuridad ni música incesante. Por el contrario, combina de forma bella la campiña alemana y el tormento de su protagonista Michaela (Hüller), una chica que no sabe si está enferma o poseída. Retrato adolescente que supera por mucho la simple trama de una persona endemoniada; aquí, el miedo no viene del mal, sino del fanatismo religioso, la impotencia y una familia muegano que no deja vivir a su protagonista. Cinta basada en el caso de Annaliese Michel, joven alemana que murió luego de varios intentos de exorcismo; los sacerdotes responsables fueron encarcelados culpables de negligencia médica.

Dirigida por William Friedkin y escrita por William Peter Blatty basándose en su propia novela, esta cinta es la madre de todas las películas con temáticas demoníacas. Cuenta la historia de Regan MacNeil (Blair), una joven que sin lugar a dudas vivió la adolescencia a todo lo que da, porque además de ser poseída por el demonio Pazuzu, tiene que sobrellevar la soledad producto del divorcio de sus padres. Max Von Sydow como el padre Merrin y su compinche, el escéptico Damian Karras (Miller), interpretan a la contraparte del mal. Se cuenta mucho alrededor de este filme, como por ejemplo que eran tan fuertes las escenas que la gente se desmayaba en plena función. Cierto o no, esta película es horrorosamente estupenda y además, sienta las bases del perfecto endemoniado en pantalla, con aversión por el agua bendita, grosero y con una fuerza incomprensible.