Por Luis Fernando Galván (@luisfer_crimi)
La entrega de los premios de la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas es, anualmente, uno de los eventos más vistos en la televisión de EE.UU. El año pasado, alrededor de 40 millones de televidentes vieron la ceremonia de premiación, sin embargo, no logró superar el récord de espectadores de 2004, cuando fueron vistos por poco más de 43 millones de personas. La ceremonia se vuelve un evento cargado de frivolidad, y la carrera por el Oscar es vista como un proceso para validar los méritos artístico de una obra, pero sólo se trata de la particular visión que surge al interior de Hollywood y que busca expandirse constantemente hacia el exterior.
A pesar de la fama, popularidad y prestigio que otorga la estatuilla dorada, existen varios directores y actores que detestan la entrega de los premios a lo “mejor” del cine. El primero en rechazar un Oscar fue el guionista Dudley Nichols; en la 8ª ceremonia de premiación, ocurrida en 1936, The Informer, dirigido por John Ford, obtuvo cuatro premios de la Academia, Nichols rechazó el suyo a Mejor Guión debido al trato injusto que Hollywood le daba a sus escritores. En 1971, George C. Scott mencionó que no creía en los premios debido a que las personas no son objetos que pueden ser sometidos a ese tipo de competencias. A pesar de ello, el actor obtuvo el Oscar por su trabajo en Patton. Como era de esperarse, C. Scott no se presentó y el premio fue recogido por Frank McCarthy, productor de la película.
Además de estas actitudes, aquí una recopilación de aquellas declaraciones en contra de los premios Oscar y de la industria que los rodea. Por lo general, se trata de directores que han manifestado su poco interés en pertenecer a los sistemas de producción y distribución de Hollywood. Algunos de ellos –como Bergman, Buñuel, Godard o el actor Marlon Brando– han sido premiados por la Academia, y aún así, se muestran indiferentes ante el reconocimiento. Otros, como Leos Carax o Béla Tarr, consideran que es una estupidez la existencia de categorías y la asignación de un primer lugar. Concentrados en desarrollar un estilo propio, las actitudes de David Cronenberg y Carlos Reygadas hacen pensar que jamás traicionarán sus ideales artísticos a cambio de recibir un reconocimiento al interior de Hollywood. Y finalmente, los más mesurados, Aki Kaurismäki y Paul Thomas Anderson, que aunque no odian esta ceremonia, preferirían mantenerse al margen de ella.
Ingmar Bergman | |
El realizador sueco se mostró agradecido por ser tomado en cuenta en estos premios. En 1960, cuando Wild Strawberries fue nominado en la categoría de Mejor Guión Original, Bergman escribió una carta a la Academia para disculparse por no asistir a la ceremonia. Al año siguiente, The Virgin Spring fue nominada como Mejor Película en Lengua Extranjera, pero Bergman, aparentemente desesperado y molesto por no haber ganado el año anterior, envío una nueva carta:
En 1961, The Virgin Spring obtuvo el Oscar como Mejor Película en Lengua Extranjera, esto significó para Bergman su primer premio de la Academia. Quizá su estrategia le funcionó; incluso, al año siguiente (1962) volvió a ganar en la misma categoría con su filme Through a Glass Darkly (lee aquí la reseña). |
Luis Buñuel | |
A lo largo de su carrera, obtuvo tres nominaciones al Oscar en la categoría de Mejor Película Extranjera. Con Tristana y Ese oscuro objeto del deseo representó a España en 1971 y 1978, respectivamente. En 1973 se convirtió en el primer realizador español en obtener un premio de la Academia por El discreto encanto de la burguesía, pero el filme representaba a Francia. A pesar de ello, el cineasta se refirió así del premio Oscar:
|
Jean-Luc Godard | |
En un acto similar al efectuado por Jean-Paul Sartre en 1964 (cuando el filósofo rechazó el Premio Nobel de Literatura) JL Godard mostró repudio y desinterés ante el Oscar Honorífico que le dedicó la Academia en 2011. El director de los filmes Vivre sa vie (1962) y Pierrot le fou (1965) fue entrevistado por Christian Jungen y esto dijo al respecto:
|
Marlon Brando | |
El actor obtuvo el Oscar en 1955 por su papel en On the Waterfront (1955), dirigido por Elia Kazan. 18 años después, volvió a ganarlo por interpretar a Don Vito Corleone en The Godfather; sin embargo, lo rechazó y no se presentó a la ceremonia. En representación suya asistió Sacheen Littlefeather, una activista indígena que declaró haber rechazado el galardón en nombre de Brando por el maltrato que se le da a su gente en la industria cinematográfica y en los diversos medios de Hollywood.
|
Leos Carax | |
A principios de 2013, la Asociación de Críticos de Los Ángeles le otorgó el premio a la Mejor Película en Lengua Extranjera a Holy Motors (2012). Al sentirse ofendido y rechazar el premio, el realizador francés, Leos Carax, envió un discurso grabado:
Aunque su discurso no está dirigido a la Academia, resulta evidente el desprecio de Carax hacia las categorías que se han instaurado en los premios que acostumbran entregarse en Estados Unidos. |
Béla Tarr | |
Después de anunciar que The Turin Horse (2011) sería su último filme, el cineasta húngaro, Béla Tarr, fue invitado a diversos festivales alrededor del mundo para presentar su obra. Mientras estuvo en Islandia, en el marco del Festival de Cine de Reykjavik, Tarr declaró que uno de los filmes que más lo había sorprendido en los últimos años era Le Havre, dirigido por Aki Kaurismäki: “El humanismo. Es profundo, triste y lleno de bromas, pero cada broma es muy dolorosa. Eso es lo que me gusta.” Un periodista de The Hollywood Reporter aprovechó para indicarle que Le Havre era la representante de Finlandia para buscar una nominación al Oscar, y Tarr respondió:
|
David Cronenberg | |
El realizador canadiense nunca ha sido nominado, pero esto parece no importarle, e incluso lo agradece.
|
Carlos Reygadas | |
Reygadas ha ganado dos premios en el Festival de Cannes: el Premio del Jurado en 2007 por Luz silenciosa, y el Premio a Mejor Director en 2012 por Post Tenebras Lux. A pesar de ello, el realizador mexicano nunca se ha sentido atraído por los premios:
|
Aki Kaurismäki | |
La única ocasión que una película finlandesa ha sido nominada por la Academia ocurrió en 2003 cuando The Man Without a Past de Kaurismäki compitió por el Oscar a Mejor Película en Lengua Extranjera contra El crimen del padre Amaro (del mexicano Carlos Carrera), Hero (del chino Zhang Yimou), Zus & Zo (de la holandesa Paula van der Oest) y la ganadora de ese año, la alemana, Nowhere in Africa (de Caroline Link). Días previos a la ceremonia, el realizador nórdico amenazó con boicotear los Oscar en protesta a las acciones de guerra que ejecutó George W. Bush en contra de Irak en marzo del 2003. En una carta dirigida al presidente de la Academia, Frank Pierson, Kaurismäki escribió:
A finales de 2002, antes del incidente, Kaurismäki canceló su presencia en el Festival de Cine de Nueva York después de enterarse que el gobierno de EE.UU. le canceló la visa al cineasta iraní Abbas Kiarostami, quien también había sido invitado al evento. |
Paul Thomas Anderson | |
El realizador norteamericano ha sido nominado en tres ocasiones en la categoría de guión: Boogie Nights en 1998, Magnolia en 2000 y There Will Be Blood en 2008. Por esta última recibió dos nominaciones más: Mejor Director y Mejor Película. A pesar de los premios (León de Plata en Venecia 2012) y las buenas críticas a nivel mundial, su filme, The Master (reseña), sólo fue considerado en tres categorías de actuación en el 2013. PT Anderson nunca se ha manifestado en contra de los premios Oscar, sin embargo, el año pasado declaró:
|