Por Mariana Tinoco Rivera
Una vida llena de excesos, al “chico malo” de Hollywood que vive en el legendario Chateau Marmont de Sunset Boulevard le encanta la fiesta, las chicas, el sexo, los bailes privados y los coches lujosos. Pero su estilo de vida, que muchos envidiarían, conlleva una desventaja: la soledad.
La belleza física y el materialismo son sello de las películas de Sofia Coppola, así como la meticulosa banda sonora que acompaña los momentos clave en sus historias. En el caso de Somewhere (2010) la vida de Johnny (Stephen Dorff) cambia cuando su hija de once años, Cleo (Elle Fanning), se integra a su estilo de vida y lo acompaña en todo momento. La música sigue ese salto que va de la soledad a la compañía y enfatiza el estilo de vida californiano, lleno de lujos. Afortunadamente, Coppola fue cautelosa en no exagerar los momentos cursis, melancólicos o alegres cuando padre e hija fortalecen su relación.
“My Hero” de The Foo Fighters acompaña el baile exótico de dos enfermeras gemelas (provenientes de la mansión Playboy) que ofrecen sus mejores movimientos en tubo para Johnny, en una de las primeras secuencias que ilustran su vida, cuyo diseño de audio se caracteriza por ser una mezcla de rock y R&B (“1 Thing” de Amerie) que funcionan también para cualquier fiesta. Pero la soledad del protagonista por lo general es silenciosa, lo que enfatiza el vacío de su vida. Cuando su hija llega para quedarse unos días con él, poco a poco la música comienza a pronunciarse; su tiempo libre se llena con un fondo más amigable, claro ejemplo de ello es “Teddy Bear”, original de Elvis, que en la película es interpretada por Romulo Laki, un personaje desconocido que con su dulce voz y guitarra se les acerca en el hotel y entona la melodía para la pequeña familia. “Cool”, de Gwen Stefani, también añade un toque tierno al momento en que Cleo se ve como un pequeño ángel patinando y Johnny la observa desde lejos cautivado por el simple hecho de ser padre.
“I´ll Try Anything Once” de The Strokes es la canción que ambienta un momento californiano tranquilo, bajo el sol, cuando padre e hija disfrutan de los pequeños placeres de la vida como jugar ping pong o comer huevos en la mañana.
Phoenix, que ya había trabajado con la directora en Lost in Translation (2003) y Marie Antoinette (2006), también se incluye en la banda sonora. Sin embargo, esta es la primera vez que compone el score de una película y según la banda, su ritmo se acopla muy bien a la trama. Claro que no podíamos esperar comentarios negativos del conjunto cuyo líder, Thomas Mars, lleva cuatro años de relación con Sofia Coppola.
Se dice que Somewhere tiene tintes autobiográficos, basada en la relación de la directora con su padre, Francis Ford Coppola, lo que también se refleja en la mezcla musical, ya que la cineasta tiende a escoger títulos un tanto emotivos, como “So Lonely” de The Police o “Smoke Gets In Your Eyes” de Bryan Ferry. Las canciones no sólo se adaptan al estilo de vida del protagonista sino a la cultura contemporánea de Los Ángeles.
Aunque no te identifiques con la melancolía que conllevan las obras de la directora, el soundtrack se desata de esa tristeza y la balancea con un ritmo suave gracias a una mezcla atinada de clásicos de rock y pop, y un toque moderno de ambos.